1. Precalienta el horno a 180 grados Celsius (350 grados Fahrenheit).

2. Corta las pechugas de pollo por la mitad y sazónalas ligeramente con sal y pimienta.

3. Calienta un poco de aceite en una sartén y dora las pechugas de pollo por ambos lados hasta que estén doradas.

4. Para el relleno: Sazona la carne molida con sal, pimienta y especias a tu gusto. Agrega la cebolla picada y los ajos picados y mezcla bien.

5. Distribuye uniformemente el relleno sobre las pechugas de pollo doradas.

6. Coloca las pechugas de pollo rellenas en un plato para hornear y hornea en el horno precalentado durante aproximadamente 25-30 minutos, o hasta que estén bien cocidas.

7. Mientras tanto, calienta los arándanos en una cacerola y llévalos a ebullición con un poco de agua. Agrega el azúcar y revuelve hasta que se disuelva.

8. Reduce el fuego y deja que los arándanos hiervan a fuego lento durante unos 5-10 minutos, hasta que estén blandos. Revuelve ocasionalmente.

9. Licua los arándanos hasta obtener una salsa suave. Agrega un poco de agua si es necesario para obtener la consistencia deseada.

10. Retira las pechugas de pollo rellenas del horno y sírvelas con la salsa de arándanos.

11. ¡Que aproveche!